Le combat de la semaine

•March 22, 2011 • Leave a Comment

Misfits + Two Door Cinema Club vs dissertation de littérature classique

La ONU da luz verde a atacar Libia

•March 17, 2011 • Leave a Comment

El Consejo de Seguridad impone una zona de exclusión aérea sobre el país.- La votación es acogida con vítores en Bengasi, último bastión rebelde.- Los primeros bombardeos pueden ser inmediatos para evitar la caída de Bengasi.- EE UU cuenta en el Mediterráneo con fuerzas para actuar urgentemente.- Francia dice que hay que responder “en cuestión de horas o días”

ANTONIO CAÑO | Washington 17/03/2011

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado a las once de la noche (hora española) una resolución que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y para proveer asistencia y protección a la población civil de ese país. El texto aceptado por la mayoría del máximo órgano ejecutivo de la ONU sirve de base para un ataque militar sobre el territorio controlado por Muamar Gadafi y sobre las fuerzas que le apoyan y sus medios de defensa, lo que podría ocurrir de forma inminente. En Bengasi, la ciudad cercada por las tropas de Gadafi y a la espera de ser salvada por la comunidad internacional, se ha celebrado la votación con vítores. La resolución, que “autoriza a los estados miembros a tomar todas las medidas necesarias” para impedir el vuelo de los aviones de Gadafi y asistir a los civiles, ha sido respaldado por 10 votos a favor y cinco abstenciones, las de dos países con derecho de veto, Rusia y China, más las de Alemania, India y Brasil.

Un portavoz del Pentágono manifestaba este jueves que Estados Unidos dispone ya de recursos militares en el Mediterráneo como para actuar de inmediato, lo que aún podría permitir retrasar o abortar el intento de las tropas de Gadafi de apoderarse de la ciudad de Bengasi, bastión de los rebeldes desde el comienzo de este alzamiento. También Francia parece preparar acciones rápidas. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, que ha participado personalmente en los debates del Consejo de Seguridad en Nueva York, ha declarado en la reunión que sería necesario responder “en cuestión de días o de horas porque la situación en Bengasi no admite demora”.

Incluso si esta resolución llegase demasiado tarde como para impedir la caída de Bengasi, la segunda mayor ciudad de Libia, puede servir aún para debilitar enormemente la maquinaria militar del régimen libio y permitir a los rebeldes libios recuperar recursos y territorio.

Así como una anterior resolución del Consejo, que remitía la brutalidad del Gobierno libio al juicio del Tribunal Internacional de La Haya e imponía un embargo de armas y un bloqueo de fondos en el exterior, suponía el completo aislamiento de Gadafi, la de esta noche permite pasar a la acción y ayudar a la oposición de forma concreta y drástica.

Al recibir luz verde de la ONU para hacer cumplir la zona de exclusión aérea y proteger a los civiles mediante el uso de la fuerza, si es necesario, la comunidad internacional tiene la oportunidad de intervenir en Libia contundentemente, con los medios militares que se crean convenientes para cumplir esa misión.

Es, por tanto, una gran victoria de la oposición y una enorme derrota de Gadafi. Pero no es su derrota definitiva. Esta resolución será papel mojado si los países autorizados para llevarla a efecto no demuestran el coraje que se requiere para hacerlo de forma continuada. Una vez aprobado el texto es preciso saber, por tanto, quiénes van a apretar el gatillo y con qué energía. ¿Será el ataque contra Libia una mera operación cosmética para salvar las conciencias de Occidente o una verdadera operación militar para derrocar a Gadafi?

Estados Unidos, que ya cuenta con barcos militares en la zona y es el país líder de la OTAN, se resiste esta vez a asumir el papel de principal o único protagonista. Aterrorizado por el riesgo de verse envuelto en otra guerra en un país árabe, el Gobierno norteamericano ha dejado claro en los últimos días que considera que esta misión debería ser cumplida, principalmente, por los países vecinos, es decir por los europeos y los árabes, que son también los que más intereses inmediatos tienen en Libia.

Francia, el Reino Unido, Egipto, Emiratos Árabes o Qatar, entre otros, debían ser, por tanto, los países que cargasen con la principal responsabilidad militar que se desprende de la resolución discutida esta noche. Tanto la OTAN como la Liga Árabe han dado su respaldo a la imposición de una zona de exclusión aérea, por lo que se entiende que todos sus miembros están autorizados a utilizar la fuerza para hacerla cumplir.

Al mismo tiempo, la experiencia de similares misiones en el pasado y la presión doméstica sobre Barack Obama para que asuma el liderazgo contra Gadafi pueden obligar a que, pese a resistirse, Estados Unidos acabe teniendo en un eventual ataque sobre Libia un papel mayor que el que parece desear.

Un funcionario del Departamento de Defensa ha adelantado este jueves que se han elaborado planes militares que incluyen acciones “más agresivas que la mera demostración de fuerza”. Aunque no añadió detalles, esas acciones podrían abarcan desde el disparo de misiles de crucero desde barcos hasta el bombardeo de aviones sobre los sistemas de defensa antiaérea y las concentraciones de tropas libias. Gadafi posee modernos equipos de misiles tierra-aire de fabricación rusa que serían objetivo prioritario de un ataque extranjero. Asimismo, entre los potenciales blancos de una intervención se encuentran las unidades de tanques y la artillería que han castigado a las fuerzas rebeldes en los días anteriores.

Algunos ataques pueden realizarse desde las naves de Estados Unidos y de la OTAN en el Mediterráneo. Para otros se requerirá el uso de las bases de esa organización en el sur de Europa. Expertos militares norteamericanos han especulado en el pasado con el gran valor estratégico que en esta coyuntura podrían tener las bases norteamericanas en España.

Otras zonas de exclusión aérea establecidas anteriormente en Irak o en los Balcanes no sirvieron finalmente, sin embargo, al propósito de contener a los gobiernos agresores y acabaron siendo una simple antesala de una intervención militar terrestre. En un país de gran extensión territorial y frente a un ejército como el de Gadafi, bien armado y entrenado, la posibilidad de una invasión extranjera se antoja una pesadilla que pocos países querrán vivir.

Los patrocinadores de esta resolución del Consejo de Seguridad confían, por tanto, en que no sean necesarios esos pasos extremos, en que esta sola demostración de la determinación de la comunidad internacional sirva para liquidar a Gadafi.

El País

L’atomo e i costi troppo alti: non conviene

•March 17, 2011 • Leave a Comment

Nell’ultima valutazione del Dipartimento dell’Energia Usa, l’elettricità da nucleare risulta la più cara

di  GIANNI SILVESTRINI

Il nucleare, questo nucleare, non convince per diversi motivi. Innanzitutto non sono escludibili eventi catastrofici a causa di fattori esterni o di errori umani. Si spera nella quarta generazione che, verso il 2030, dovrebbe portare a reattori intrinsecamente sicuri. C’è poi una valutazione economica, in quanto i costi tendono costantemente ad aumentare. Nell’ultima valutazione del Dipartimento dell’Energia Usa (Energy Outlook 2010) sugli impianti da costruire nei prossimi due decenni, l’elettricità da nucleare risulta la più cara. È il motivo per cui negli Stati Uniti sono previsti dei meccanismi di incentivazione per le nuove centrali, altro che riduzione della bolletta… Infine pesa una considerazione etica. A quasi cinquant’anni dalla prima centrale, non esiste un solo Paese al mondo che abbia realizzato un deposito definitivo per le scorie altamente radioattive. Per tutti gli oggetti che noi conosciamo – un frigorifero, un’automobile, una bottiglia – è prevista la chiusura del ciclo. Per i rifiuti nucleari, la cui pericolosità ha tempi di dimezzamento di decine di migliaia di anni, non abbiamo ancora trovato una soluzione, lasciando in questo modo alle generazioni future un velenoso regalo.

I fautori di questa tecnologia sostengono che però consente di ridurre i consumi di combustibili fossili e le emissioni dei gas serra. Vero, ma è possibile ottenere lo stesso risultato in modo più efficace e meno rischioso. Le fonti rinnovabili, considerate marginali fino a poco tempo fa, stanno crescendo a ritmi imprevedibili e i loro costi si stanno rapidamente riducendo. L’elettricità producibile dagli impianti solari ed eolici installati nel mondo tra il 2005 e il 2010 è tre volte maggiore rispetto a quella dei reattori nucleari entrati in servizio negli stessi anni. La metà della potenza elettrica installata in Europa lo scorso decennio è rinnovabile. E l’accelerazione della crescita è formidabile. La potenza fotovoltaica globale installata nel 2010 è, ad esempio, aumentata del 120% rispetto all’anno prima.

Grazie al contesto energetico così drasticamente mutato, la riflessione internazionale che seguirà all’incidente di Fukushima avrà un decorso diverso rispetto all’impatto che si ebbe dopo Chernobyl. Allora l’effetto fu quello di bloccare la crescita del nucleare senza innescare però una vera alternativa. Le fonti rinnovabili erano all’inizio del loro sviluppo e non rappresentavano un’opzione credibile, anche se le esperienze californiane, danesi, giapponesi già facevano intuire le enormi potenzialità di queste tecnologie. La potenza eolica oggi è cento volte superiore, quella solare addirittura mille volte più ampia. E i costi sono scesi drasticamente.

Tutto ciò fa ritenere che altri Paesi seguiranno la strada della Germania che aveva deciso, già prima dell’incidente giapponese, di uscire dal nucleare puntando a soddisfare nel 2050 almeno l’80% della richiesta elettrica con le rinnovabili. Una strategia lungimirante che negli ultimi anni ha consentito di raddoppiare l’elettricità verde grazie a un milione di impianti solari, eolici, a biomassa e di creare un comparto che conta 340.000 addetti, un pilastro ormai dell’economia tedesca.
Dunque, le riflessioni dopo la tragedia giapponese possono portare ad un drastico ripensamento delle strategie energetiche con un rilancio delle politiche dell’efficienza energetica e dell’utilizzo delle rinnovabili. Una strada fortemente innovativa che garantisce maggiore sicurezza energetica, riduce i rischi di cambiamenti climatici, crea imprese ed occupazione. L’Italia, che ultimamente ha ottenuto risultati interessanti nelle rinnovabili, farebbe bene a seguire questa strada.

Gianni Silvestrini
17 marzo 2011
http://www.corriere.it/cronache/11_marzo_17/l-Atomo-ha-Costi-Sempre-piu-Alti-non-Conviene_0723cd38-5070-11e0-9bca-0ee66c45c808.shtml

玉音放送

•March 16, 2011 • Leave a Comment

天皇陛下からビデオメッセージ

•March 16, 2011 • Leave a Comment

Amori immaginari

•March 9, 2011 • Leave a Comment

Mi ricordo quando noi eravamo due bambini e puntavamo le pistole dai cavalli a dondolo bang bang
io sparo a te bang bang
tu spari a me bang bang
e vincerà bang bang
chi al cuore colpirà son passati gli anni e poi noi ci siamo innamorati correvamo per i prati tu scherzavi insieme a me bang bang
per ridere bang bang
sparavi a me bang bang
e vincerà bang bang
chi al cuore colpirà certo non scherzavi tu quando mi sparavi al cuor nel mirar non sbagliavi mai prove a negare se tu vuoi ora non mi ami più ed ho sentito un colpo al cuore quando mi hai detto che non vuoi stare più con me bang bang
e resto qui bang bang
a piangere bang bang
hai vinto tu bang bang
il cuore non l’ho più quando vedo intorno a me che i bambini giocano e poi fingon di sparar come mi si stringe il cuore bang bang
rivedo te bang bang
che spari a me bang bang
quel suono sai bang bang
non lo scorderò mai

Bubble Bath

•March 7, 2011 • Leave a Comment

Des personnes se meurent en Lybie et nous ne faisons rien.

City with no children

•February 14, 2011 • Leave a Comment

Da gennaio l’unico iter completato riguarda la conversione del decreto sui rifiuti

Attività parlamentare al minimo
Solo una legge dall’inizio dell’anno

Sempre più brevi i Consigli dei ministri: l’ultimo è durato cinque minuti, la media supera di poco un’ora

Da gennaio l’unico iter completato riguarda la conversione del decreto sui rifiuti

Attività parlamentare al minimo
Solo una legge dall’inizio dell’anno

Sempre più brevi i Consigli dei ministri: l’ultimo è durato cinque minuti, la media supera di poco un’ora

Il premier Berlusconi
Il premier Berlusconi

ROMA – Una sola legge sfornata in quarantaquattro giorni. E non siamo nel bel mezzo della calura estiva o nel pieno della campagna elettorale. Per giunta, non si può certamente dire che sia stato un provvedimento particolarmente impegnativo per il Parlamento: la conversione in legge di un decreto approvato dal governo a novembre dello scorso anno sui rifiuti della Campania. Il bilancio dell’attività legislativa di Camera e Senato dal primo gennaio 2011 è tutto qua. Un vuoto senza precedenti, che difficilmente sarà colmato. Date un’occhiata ai calendari: dopo la sfacchinata dal Milleproroghe, altro provvedimento con targa governativa sul quale i deputati si sono accapigliati nel tentativo di infilarci dentro di tutto, comprese norme maleodoranti come il blocco delle demolizioni delle costruzioni abusive in Campania o l’ennesimo condono edilizio, la Camera ha in programma la discussione di alcune interrogazioni, qualche mozione sonnacchiosa e disegni di legge parlamentari senza alcuna speranza di passare. Basta dire che durante tutto lo scorso anno di proposte non governative ne sono state approvate soltanto dieci. Il minimo storico. Come al minimo storico sono le sedute. Nei 409 giorni trascorsi dal primo gennaio del 2010 l’Aula di Montecitorio si è riunita in 171 occasioni. Ancora più sporadicamente quella di Palazzo Madama. Dove i giorni di seduta sono stati 129. Conosciamo le obiezioni. «L’attività parlamentare non si può limitare alle sedute. Per esempio, ci sono le commissioni…». Vero. Ma a parte la singolarità di certi organismi (nel Parlamento del Paese con le leggi più complicate del mondo c’è da anni anche una commissione per la semplificazione normativa, ed esistono ben due diverse commissioni d’inchiesta sulla sanità pubblica), il loro lavoro dovrebbe sfociare quasi tutto nell’Aula. Per non parlare dei casi in cui le commissioni fanno da tappo, com’è avvenuto in occasione del pareggio sul voto al federalismo. Un imprevedibile effetto degli scossoni politici che hanno investito il centrodestra, certo. Ma pur sempre un bel contributo alla paralisi che stiamo vivendo.

La situazione non sarebbe tanto diversa se a votare le leggi fossero soltanto i capigruppo, come ha proposto un paio d’anni fa Silvio Berlusconi («era una provocazione, un paradosso», si corresse poi il premier). Per il semplice fatto che da votare c’è ben poco. Quanto sia ormai profondo il senso di inutilità e frustrazione dalle parti del Parlamento lo dice il clamoroso gesto di un senatore ritenuto rispettabile come Nicola Rossi. Che ha spiegato la sua decisione di gettare la spugna in questi termini: con questo sistema elettorale i parlamentari sono nominati dai partiti, e non avendo investitura popolare non possono avere indipendenza di giudizio, e senza di questa non si lavora. Stop. Preso atto che tale stato di cose non si può cambiare con un colpo di becchetta magica, non ha potuto fare altro che dimettersi. Non soltanto dal suo partito, con il quale si trovava comunque in dissenso per ragioni politiche, ma dal Senato. Consumando così fino in fondo il divorzio da un Parlamento la cui funzione principale è diventata quella di ratificare leggi preconfezionate a scatola chiusa dagli uffici governativi.

Cosa che invece non hanno fatto altri, i quali pure a parole avevano manifestato disagio. Il leghista Matteo Brigandì, per esempio: «Mi dimetto perché non ha più alcun senso fare il parlamentare. Le Camere sono state svuotate di ogni loro funzione. Non hanno più alcun potere di iniziativa legislativa e sono state messe nella condizione di fare solo il notaio del governo», ha dichiarato un giorno. Ma poi è rimasto onorevole fino a quando non è stato nominato dallo stesso parlamento nel Consiglio superiore della magistratura. Per non parlare del recordman assoluto degli assenteisti, Antonio Gaglione, che è sbottato: «Stare in Parlamento è un lavoro frustrante, una perdita di tempo e una violenza contro la persona». Dimettendosi subito dopo dal partito, il Pd. Ma in Parlamento ci è rimasto. Anche la coerenza ha un prezzo: ovviamente inferiore all’appannaggio da deputato che il Nostro continua a intascare.

Non che l’attività di governo sia particolarmente più frenetica. Con le energie tutte concentrate a parare i colpi della magistratura che indaga sui festini nelle residenze di Silvio Berlusconi, come dimostrano i recenti propositi di rimettere in cima all’agenda dell’esecutivo il processo breve o il decreto sulle intercettazioni, resta evidentemente poco carburante per altro. A giudicare dalla durata fulminea delle riunioni di Palazzo Chigi, le discussioni sulle questioni di merito dei singoli provvedimenti sono sempre più rapide. L’ultimo Consiglio dei ministri, quello sull’emergenza degli sbarchi a Lampedusa, è durato cinque minuti d’orologio: dalle 13.35 alle 13.40. Il 21 gennaio, per esaminare e approvare una decina di provvedimenti, fra cui quisquilie come il Piano sanitario nazionale e la disciplina degli sfratti, oltre a quindici nomine, ci hanno messo poco più di un’ora. La durata media delle 50 riunioni di governo dal primo gennaio 2010 a oggi è stata di 64 minuti, meno della metà di quella del precedente (e rissoso) esecutivo di centrosinistra. E questo di per sé potrebbe anche non essere un segnale negativo. Se non fosse però che mentre il dibattito interno si fa sempre più flebile, rimangono penosamente al palo progetti e riforme che rappresentavano l’ossatura del programma di governo.

Rendendo forse ancora più inutile l’esistenza a Palazzo Chigi, già di per sé sorprendente, di ben due strutture incaricate di seguire il «Programma»: quella del ministro Gianfranco Rotondi e quella del sottosegretario alla Presidenza Daniela Garnero Santanchè. Qualche caso? Il rilancio dell’energia nucleare (in clamoroso ritardo) e il piano casa (un flop gigantesco). Mentre le iniziative per dare «una scossa all’economia», termine coniato dal governo Berlusconi sette anni orsono ma finora senza risultati, sono prigioniere della carenza di risorse economiche, quando non della necessità di recuperare consensi in pericolosa discesa o della mancanza di fantasia, come sta a dimostrare il riciclaggio di vecchie promesse mai decollate. Piani per il Sud, riforme fiscali… E siamo poi sicuri che i tempi di alcune proposte, per esempio la riforma della Costituzione nella parte che riguarda l’impresa, siano compatibili con il fiato corto di questa sedicesima legislatura?

 

Il Corriere della Sera

Sergio Rizzo
14 febbraio 2011

Scissor

•February 12, 2011 • Leave a Comment

I’ve just got a text message from my ex girlfriend (from 3 years ago). She’s just broken up with her boyfriend (they‘ve been were together for 2 years). I’ve been supposed to spend my holidays next week in her city.

 

What do I feel for her?

This is quite an achievement

•February 12, 2011 • Leave a Comment

J’ai enfin fini de regarder l’intégralité de The O.C., quatre ans après tout le monde.

J’ai toujours autant envie d’aller en Californie.